sábado, 15 de enero de 2022

 

Arte de la Trascendencia…

Trascendencia. Hierro patinado en bronce,2,25 m.






  Las creaciones del Artista plástico José Luis Romero no son obras inmanentes, sino gestaciones trascendentes que sobrepasan y superan el realismo buscando el más allá de su espiritual imaginación…

 Desde la figuración a la abstración, sus obras, por caminos de sencillez y pureza franciscana, buscan así -como el poverello de Asís-, el séptimo cielo de la espiritualidad del arte. 

 La escultura en diversos materiales -metales, piedras, maderas…-, la pintura en diferentes técnicas -óleos, acuarelas, carboncillos…-, sus yeserías y relieves, sus lienzos policromados -plasmados con pigmentos que él ingenia-, además de otras técnicas y procedimientos novedosos que el artista descubre, caminan por senderos de una humildad impresionante, pero de una belleza fascinante… 

 En las esculturas, cerámicas, relieves, pinturas y dibujos, en el arte de José Luis Romero, siempre encontramos las tres gracias de: verdad, bondad y belleza… 

 Seguro están en un misterioso monje franciscano, ensimismado en el recato de su vida interior, pero del que trascienden: la meditación, la espiritualidad, la paz… -valores humanos tan ajenos al estridente mundo de hoy… 








 Pueden estar en una enigmática pareja de la que trascienden: unidad, amor, humanidad…; presagiando un deseado feliz futuro familar… 








 Las presentimos en sus gestantes de las que trascienden: la apasionante esperanza, la donación de sí misma, el sentido de la vida…; llamando a un mundo mejor. 








 En las gestantes del sugerente artista no hay discriminación del color de su piel, de razas, de etnias…; en todas ellas trasciende: la igualdad, el mismo sentido de dar vida, el más allá de sí mismas… 










 En la pintura del Artista, Tres Gracias del Expresionismo e Impresionismo: sugerencia, simbolismo, idealismo quijotesco…, son siempre persistentes… 




 Unas veces sociales, gregarias, multitudinarias… 






 Otras individuales, personales, solitarias…; como las románticas del simbólico gladiador de los tiempos actuales, el hombre -cualquier hombre, mujer, o persona-, un Toreador/a que se enfrenta y desafía a diario los envites duros de la realidad, a veces mortales, para la vida o para el espíritu, si traspasa la línea recta de la seguridad y queda al descubierto de la mentira del capote rojo, la verdad de su sangre…



Torero, Torera...









 No obstante, en la obra de José Luis Romero, no hay nunca muerte, ni naturaleza muerta; el artista da nueva vida incluso a las raíces muertas de un olivo milenario: su Toreador, no muere, trasciende la realidad y se eleva hacia el infinito, su Toro -que no es tan fiera como los circenses taurinos lo pintan-, no brama por sus ojos miradas de furia, sino verdes ramitas nuevas de Romero, Vida, Esperanza… 









 A veces, las tres sencillas gracias de las obras del artista, Forma, Color, Eqilibrio, en su deseo de trascendencia, crecen y se multiplican: cuatro, innumerables… 













 Las cerámicas de exótica fauna marina del artista, trascienden el mar interior de su fecunda imaginación y nadan en un espacio -quizá “cielo”…-, Luminoso, Abierto, Infinito… 





























 La polifacética obra de José Luis Romero, siempre se manifiesta como una pletórica expresión espiritual de Inefables vivencias, Fecunda vida interior, Elevada trascendencia… 

 Se confirma en su relevante yesería “Árbol de la Vida” y en su angelical policromía “Calígrafo de las Divinas Palabras”…
















 Francisco Montero.

viernes, 12 de julio de 2013



A flor de mar…
 


 
 





 
 
 




 
 
José Luis Romero no sólo es un artista de tierra e imaginación muy adentro…
 
Desde la altísima atalaya de su novia, esposa y madre, Sierra Morena Cordobesa -su Helena de Troya-, él divisa y contempla medio mundo…
 
El resto del mundo, universo, aire, tierra, mar…, lo descubre y recrea con su imaginación sin horizontes que la limiten…
 
Desde su diversa y polifacética creatividad, acaso para evadirse del áspero y reseco estío de las altas tierras, el artista, como intrépido Ulises del Arte, rememorando el ancestral poema:                            
        
                          “Oficio noble y bizarro                              
                           de entre todos el primero,                              
                           que de la creación con barro                              
                           Dios fue el primer alfarero                              
                           y el hombre el primer cacharro…”,
 
arcilla en mano, tridente de modelar, esmaltes…, como Neptuno, el Dios de las profundidades marinas, se ha sumergido ahora en sus misteriosos océanos de creación  para sacar especies desconocidas a flor de mar…
 
Las sugestivas especies marinas -impresionantes y bellas pinturas y cerámicas esmaltadas- de José Luis Romero, emergidas de los singulares resquicios de su desbordante imaginación, aunque intenten ser emocionantes piropos hacia la profusa fauna oceánica -la más diversa y bella del planeta-, sólo se parecen a sí mismas…
 
Una vez más, el artista, habituado a regalarnos la mirada poniendo inefables bellezas a flor de piel, nos las pone ahora a flor de mar…
 
 
 











 
 
 







 
 

miércoles, 16 de enero de 2013


  Geometría de la Sencillez y del Arco Iris
 
 
 Pintura
 
Diálogos -Acuarela sobre papel. 2002. 21x11 cm (36x26,5 cm)-


  
 
Torero 1 -Lápiz sobre papel. 2002. 21x13 cm (35x27,5 cm)-
 
 
 
Exodo -Acuarela sobre papel. 2002. 23x16 cm (38x31 cm)-



 
Torero 2 -Lápiz color sobre papel. 2003. 29x20 cm (46x38 cm)-

 


Hombre en rojo. -Técnica mixta sobre papel. 2002. 13x8 cm (26x20,5 cm)-
 

 
Torero 3 -Grafito sobre papel. 2003. 24x20 cm. (39x35 cm)-
 
 
 
Aire. -Rotulador y aguada sobre papel.2012. 24x20 cm (42x38 cm)-
 
 
 
       Geometría de la Sencillez y del Arco Iris

       Denominador común de todos los grandes maestros de la historia de las bellas artes, ha sido siempre la Sencillez

      Conseguir la mayor naturalidad, expresividad y belleza, de la forma más sencilla, desde los tiempos más remotos de la Biblia, ha sido siempre el gran reto del arte de la humanidad…

      Ser natural y sencillo, desde que el hombre quiso ser poderoso y se apartó de las leyes de la naturaleza, desafiando al Dios de la Creación, ha sido siempre el gran reto del verdadero y buen artista, amante de la belleza…

      La verdad, bondad y belleza, sólo tienen su mejor camino en la naturalidad y la sencillez…

      No obstante, la ambición, que siempre perdió al hombre por lo pérfidos caminos del poder y la opulencia, le indujo al artificioso barroquismo del recargo, del más y más, del mucho más…

      ¡Quien huye de la naturalidad y la sencillez, se aleja de los más preciados valores de la existencia…!

      Pues bien, no ha sido este el error del artista José Luis Romero…

      El, plenamente convencido de que el camino más corto de la verdad, la bondad y la belleza, es el de la línea recta, se ha decidido  por la linealidad del arte, la geometría de la sencillez…

      Pero, ¡Ay, qué sería del arte sin el encanto de la curva, el encanto de la belleza…!

      No olvidemos tampoco que el símbolo perfecto del amor, la bondad y la belleza es la curva plena, total, el círculo… La alianza, el compromiso del hombre con los grandes valores, los valores trascendentes, eternos…

      Y por estos caminos ha decidido andar nuestro artista, en la misma poesía de la sencillez en que se expresara linealmente Antonio Machado:

                                                            “Caminante no hay camino,
                                                              se hace camino al andar…”

      Fiel a los caminos de la sencillez y la naturaleza, y fiel a la poesía del  arco iris -alianza de Dios con toda la Creación-, José Luis Romero no sólo se expresa, en la sencillez de las líneas, sino también en la poesía natural del arco iris, del color…

      Los caminos por los que anda este rico artista -también muy fiel al sabio adagio de que “es más rico quien menos necesita”-, no son los del presuntuoso historial de miles y miles de exposiciones en las galerías más cotizadas.

      Reiteramos, los caminos del artista José Luis Romero, son los del recato y la humildad, los de la  geometría de la sencillez y del arco iris…
 
Escultura
 
 
 
Figura 1 -Metal, estuco de poliester y acrílico. 2012. 52x6x6-



 
Encuentros -Madera, metal, estuco de poliester y acrílico. 2012. 60x54x12-
 
 
 
Icaro -Madera, hilo de latón y acrílico. 2008. 100x55x20 cm-
 
 
 
Torsión -Boceto en arcilla cocida. 2008. 27x11x11 cm-
 
 
 
Gestación -Boceto en arcilla cocida. 2008. 36x8x8 cm-
 
 
 
Cante jondo. -Arcilla cocida. 20x22x12-
 
 
 
Cante jondo -Arcilla cocida. 20x22x12-